La bruja y el espantapájaros
Escrito e Ilustrado por Gabriel Pacheco
Fondo de Cultura Económica, México, 2011, 44 págs.
ISBN: 9786071606785
Impuntual y torpe para navegar las tinieblas, La bruja y el espantapájaros nos presenta a una bruja que cae del cielo mientras volaba al frente de una fila de brujas, tropezándose de una nube a otra hasta azotar contra los troncos de un bosque desolado. Si el golpe duele, el dedo de las brujas, señalando con crueldad el desastre, lastima más a esta aprendiz de vuelo. Al ver las ilustraciones, notas que, para empezar, mientras las demás brujas se retiran en escoba, la excéntrica mujer venía manejando un monociclo; es claro que ella es bastante diferente a las demás. Tras ser abandonada por sus colegas, la hechicera camina para perderse en su soledad o para salir de algún modo del bosque, aunque sea a pie; y, claro, como sucede cuando uno trata de abandonarse a la resignación, la bruja se topa con la fortuna de una compañía: un espantapájaros. Hasta la negritud del cielo se colorea y ahora la bruja continúa su ruta más animosa, quizás con la sospecha de algo bueno por venir. Quizás lo mejor ya llegó cuando tuvo a un amigo durante un instante. Puedes ver en su rostro de tela que algo trama este artificio de paja. Además, un ave, que ya trae rato merodeando entre los líos de la bruja y los campos custodiados, está desatando algunos hilos de este amable monstruo de paja. Rayones finos comienzan a abarrotar el paisaje y de pronto, cada pajita del espantapájaros se hace una con el viento, vagando al ritmo de los jirones del bosque que buscan solo a una persona: la bruja errante, quien se asombra ante la imagen de un leal amigo convertido en pedacitos, decidido a entregarse a las mágicas manos de su amiga. La bruja recoge de inmediato las pajas y las maderas, se sienta entre la hojarasca que el aire ha alborotado, y con el regalo recibido, fabrica la más fiel escoba. Se monta sobre la generosidad y agarrando con firmeza la esperanza para no resbalarse, emprende el vuelo en soledad pero acompañada.
Desde niños tenemos una inminente necesidad de leer nuestro mundo: mirarlo, desmenuzarlo, significarlo y así, reconstruirlo a nuestro placer. Eso que leemos a veces toma la forma de grafías y así, poco a poco, olvidamos que interpretar nuestro universo no precisa de palabras sino de mirar más allá de lo visible. Leer al mexicano Gabriel Pacheco es un ejercicio para conservar la capacidad infantil de escuchar historias, sobre todo las que son contadas por los otros: por una bruja y un espantapájaros, dos criaturas concebidas para asustar, pero capaces de renunciar a su supuesta naturaleza y darse empatía a montones.
La bruja y el espantapájaros, un cuento sin palabras, se convierte en muchos a través de las ilustraciones ambiguas que narran todo con sigilo, casi entre susurros. Uno debe mirar con lentitud, localizar detalles, adelantarse y volver las páginas con la misma actitud de trotamundos de la bruja andariega. Cada recorrido por las imágenes nos regala, como el espantapájaros, nuevas pajas que debemos juntar de una a una para construirnos la historia que más se parezca a la de nuestras fantasías. Parece que el creador dejó cuidadosamente huellas para que fueran descubiertas durante la lectura, como dijera él mismo, lo indescifrable, lo vago, que puede que nadie lea, pero no por eso es menos hermoso; es un corazón que no necesita mostrarse (Pacheco, 2013). Niños, adultos, padres y maestros medirán su valentía en el encuentro con este libro que obliga a salir de la comodidad para extraviarse en la noche de su propio ser, para leer hacia adentro.
No hay en esta obra de Pacheco abundancia de colores estridentes, ni imágenes evidentes y acabadas; vemos una paleta con cafés y grises con ingeniosos matices azulados, todo puesto para generar un mundo frío, lejano, solitario que permite contemplar las desgracias de la bruja y disfrutar despacito las alegrías que se obsequian con el espantapájaros. Esta falta de festividad en su obra le ha valido a Pacheco cuestionamientos por la ausencia de patria mexicana en sus creaciones (Alejo, 2016). Por otra parte, lo que le ha traído su talento literario y artístico ha sido una nominación al Premio Hans Christian Andersen 2016, de la Organización Internacional para el Libro Juvenil; una mención honorífica en la Feria del Libro Infantil de Bolonia, con Hago de voz un cuerpo; el Premio Isaac Díaz Pardo al mejor libro ilustrado, con El gran viaje; el primer lugar en el X Concurso Internacional de Ilustración Città di Chioggia en Venecia; la dirección de la Sármede, la escuela más antigua de ilustración en Italia; pero sobre todo, un lugar irremplazable como uno de los más grandes ilustradores en México, país con una emergente producción en esta área (Aguilar, 2017; Ruiz, s.f.)
Este artista mexicano sin nacionalidad estética, escenógrafo de formación, subraya el valor que tiene la calma en la lectura, y lo hace con maestría, dejando de manifiesto que, afortunadamente, él y la bruja en esta historia, están hechos para desencajar.
English Summary
A clumsy witch riding a unicycle through the air, her crashing fall, and the abandonment of her laughing companions, are the preamble of the meeting of two terrifying creatures: a witch and a scarecrow. In this story, they do not scare but are loyal and loving to one another. La bruja y el espantapájaros, without a single word, tells the story of a character who decides to give a friend in need a faithful gift, which brings with it winds of change. Gabriel Pacheco, renown Mexican illustrator, traces ambiguities in a universe of grayish tones, with offbeat characters, which invite readers (young and old) to contemplate calmly and in detail a story of two unlikely characters who find each other at the perfect of moments. This wordless picture book will certainly offer readers different versions of the story with each rereading.
Referencias
Aguilar, Y. (2017). Gabriel Pacheco un clásico de la ilustración. El Universal. Recuperado de http://www.eluniversal.com.mx/articulo/cultura/artes-visuales/2017/07/24/gabriel-pacheco-un-clasico-de-la-ilustracion
Alejo, J. (2016). Gabriel Pacheco: el uso de la imagen para escribir. Milenio. Recuperado de http://www.milenio.com/cultura/gabriel-pacheco-el-uso-de-la-imagen-para-escribir
Pacheco, G. (2013). La ilustración como presagio. Peonza, 105, 36-45.
Ruiz, A. (s.f.). Gabriel Pacheco. Correo de Libros. Recuperado de http://www.correodellibro.com.mx/perfil/5451/
Reseña escrita por Itzi Paulina Medina Jiménez, Estudiante de la Universidad Autónoma de Querétaro, Querétaro, México.